Cada Año

Dime qué quieres ser de mi...

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Amanezco con una galleta de manzana y avena en la mano y una sonrisa de oreja a oreja dibujada en la cara. Los días soleados suelen ser más cortos en esta época del año y una extraña corriente de aire helado se cuela por algún lado y la cama suele abrazarme de regreso a las cobijas. Regreso a soñar y llegar a esos lugares que vienen y van siempre en este día, siempre en este periodo limitado de tiempo. El disco eterno de mi cabeza vuelve a tocar, una y otra vez. Una y otra vez dejando canciones en mi cabeza, la fortuna de ser una rocola humana y programada de tal manera que este día, sin que me lo proponga, toque ésta canción en especial, con baile y beso de por medio. Cena/baile.

Estoy pensando en cosas que suceden cada año y encuentro muchas y mi sonrisa simétrica y suaves viajes en auto através de la ciudad, yo tras el volante mientras los demás cabecean y van desapareciendo uno tras otro sin dejar rastro, despidiéndose con la manita agitada. Viajes de un extremo a otro, mientras babeas mi asiento y yo subo el volumen. El disco eterno, claro está.

Te dejo al final. Manejo por el camino más largo y aprovecho los altos para reirme de tu sueño, recoger tu cabello, tal vez apretar tu mano y decirte cosas inconexas que no recordarás. Me detengo y compro otra galleta de manzana... y ésta es la última vez...

The Fastest Man Alive

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... miro hacia abajo hacia mis pies, mientras gotas de sudor, grueso sudor, escurren por mi cara. Un pie adelante, rebasado por el otro, una y otra vez con un ritmo que parece nunca acabar, creando velocidad y movilidad; dejando atrás al resto, que nunca volteo a ver...

... tú encaramada en los cajones, estirando el cuello, mientras sigues escalando, buscando discos entre pilas y pilas sin algún orden, detrás de los libros, detrás de juguetes y cajas vacías. Volteas sonriendo, tu silueta delineada por la poca luz que se filtra entre las persianas...

... los árboles pasan a mis lados como borrrosas manchas que desaparecen en las orillas de mis ojos, entre nubes de polvo y tierra que levanto a mi paso. El sonido se percibe con cierta distorsión. Gritos que se estiran, variando la velocidad de las ondas y deformándose desde lo agudo a lo grave. Leves silbidos resuenan en mis oidos, mientras sigo dejando todo atrás...

... tu cabello escurriendo agua, con la cabeza de lado, de espaldas a mi y frente al espejo, descalza. Murmullas, te enojas y me regañas, mientras dibujas esa sonrisa simétrica con los labios apretados. Muerdes la galleta y prometes nunca más ofrecerme algo, mientras te acurrucas a mi lado, clavándome tus huesos, retándome a pelear, enredándome entre tus pies fríos...

... agacho al cabeza y flexiono las rodillas. La secuencia interminable de mis pies se vuelve imperceptible, contra el calor que mis huesos generan. El dolor más que insoportable se torna familiar; parte de mi, un mal necesario. Lágrimas se evaporan al contacto con el aire que corta mi cuerpo al moverse, al desplazarse entre las molécula que lo unen. Mi recuerdo: tu olor impregnado en mis ropas; tu ojos fijos en mi pidiéndome que te deje de mirar. Por un momento todo se detiene, pero yo sigo avanzando... rompo un plano... otro diferente... paso la barrera... explota un nuevo mundo enfrente de mi, mientras yo sigo corriendo... entrando a este mundo donde tú ya no existirás...

Where Do You Go To, My Lovely?

Nunca sabré si estas cosas pasan solo en mi cabeza, ni tampoco cómo fue que me encontraste o el por qué te gusta vagar por mi habitación y husmear mis cosas, espiar mis discos, dejar secretos en mi maleta, recados en mi espejo, listas de canciones en lugares nunca esperados o preguntarme cosas absurdas de mi cabello.

Me desconectaré. Preguntarás, porque realmente quieres saber de mi y me reprocharás de por qué estoy así contigo, por qué no quiero hablar, por qué ni un correo. Mientras yo voy a buscar con qué evadirte, algún dulce, abrir la puerta, lo que sea.

Lo demás es una secuencia lógica. Química entre tú y yo. Ese baile que hacemos cada que estamos solos.

Ya no voy a preguntar nada. Nada de las llamadas que no son a mi, ni de si él es mejor o qué tiene que yo no tenga. Nada después de esa larga pausa. De todas maneras no importa. Nada de las marcas en ti, en tu casa, en tus libros, en tu contestadora... en tu cuerpo.

- 'Sea lo que sea que pase, no te quiero perder como amigo'
- 'Te prometo... nunca seré tu amigo... No importa qué pase... nunca lo seré...'

- 'Si cogemos ahora, mañana me voy a sentir de la chingada'
- 'Por mi está bien'

- 'Te amo... Nunca tuve la intención de hacerte daño...'
- 'No me importa...'



- '¿Quieres ver mi vista de París?'

Lo demás es difuso, como si fuera una cámara lenta. Tú arropada en mi bata, en el balcón de mi habitación, en un país que no existirá para mi. Yo pensando en que me iré, tal vez lejos, tal vez a otro planeta, tal vez solo para evadirte y extrañarte.

Quiero que seas importante en mi vida, pero gracias por usarme.

But where do you go to my lovely
When you're alone in your bed
Tell me the thoughts that surrond you
I want to look inside your head, yes I do

Hotel Chavalier y The Darjeeling Limited del gran Wes Anderson.
La canción es de un tal Peter Sarstedt.

This Magic Moment

La guitarra sube poco a poco el volumen mientras ellos dos hacen contacto visual con el otro por primera vez. Cuando esto sucede el maestro irrumpe dicendo 'This magic moment...'

Los ojos de él se hunden en un precipicio sin fondo. Sabe que aquí empieza su perdición y sabe que la culpable será una vez más una mujer, ésta mujer.

Distraida se topa con su mirada. Ella baja del cadillac negro convertible. Sabe que él será su redentor. Voltea una, dos, tres veces mientras su pelo rompe el espacio, seguramente dejando en prenda la escencia de su fragancia en el aire, pero eso nunca lo sabremos. Sube al mercedes negro con vidrios polarizados, mientras alguien más le ayuda a cerrar la puerta. Sus ojos se pierden en la bastedad de los de él.

Su gesto es convincente y seguro. Sabe del peligro de la rubia, pero la atracción de su ojos azules es inevitable. Él tiene que desviar la mirada en otra dirección, mientras la pantalla se disuelve en un atardecer y el maestro continúa su canción:

This magic moment,
While your lips are close to mine,
Will last forever
Forever 'til the end of time

La rola: This magic moment del maestro Lou Reed
La peli: Lost Highway del maestro David Lynch

Long Road

"Sé que nos quedan más de 20 años para reparar nuestras omisiones pasadas. Porque lo que se instala alrededor de nosotros es una irrealidad que se sobrepone a los escombros de un mundo difunto, teje un mundo segundo llamado 'virtual', sin tiempo, ni lugar, ni espesor, ni resistencia"

André Gorz.
Filósofo y periodista, encontrado muerto junto a su esposa el 24 de septiembre de 2007.

La canción es Long Road, la interpreta Pearl Jam en su concierto en Monterrey, el 7 de diciembre de 2005.

Obsessions

Obsessions in my head

don't connect with my intellect
it's called obsession

when you're around

No puedo dejar de pensar en el calor, en el sol, en dormir en el piso o en el sleeping, en los patos de enfrente, en la vida en la tarde, en los hot cakes a las 2 o en los lugares acondicionados.

Dejé el playlist perfecto, uno de tantos. Está pegado ahí, solo para ustedes dos. Lleno de varicela, los granos no tardan en brotar e invadir todo el lugar. También dejamos más, pero nunca tanto como quisiéramos.

Las gorditas para llevar nunca van a ser suficiente. Siempre estará el reclamo de: '¡¡No quiero de harina!! ¡¡Las pedí de maíz!!' o el absurdo de pedir coca light para acompañarlas y ¡con ésta panza!

Es el sudor, porque no es lo mismo cuando yo sudo, que cuando ella suda... Es por la feria, por lo costroso, por los pistos, ¡áala'! ¡'uta!

Te voy a abrazar porque quiero liberar energía, porque sé que te extraño aunque te tengo ahí enfrente y porque sé que voy a salir corriendo y porque voy a ver tu silueta a lo lejos diciéndome adiós, mientras trato de pensar en algo que no me haga llorar.

Siempre es así.

Suede - Obsessions

Joga

Somos accidentes esperando nuestro turno.

Formados en línea, rozando nuestras vidas hasta el momento de la colisión, la caída, el incendio o tropezón. Esperando hasta el estado de urgencia.

Mientras, todo tranquilo; recorres el camino esperando o sucediendo accidente tras accidente. Seguramente algunos marcarán tu vida; otros serán cicatrices que indicarán la coincidencia, la correlación con otra parte que, al igual que tú, chocará en el momento e instantes precisos, circunstancial, dejando atrás una trayectoria de accidentes hasta éste, que volverá a desviar la curva de choques y ampliará el repertorio, para ir acumulando la experiencia, golpe tras golpe.

Hasta estrellarte contra tu 'wonderwall' o ser salvado por tu 'bolsa de aire'. Pero supongo que esas dos requerirán de su entrada por separado...

la rola: Joga de Björk