... miro hacia abajo hacia mis pies, mientras gotas de sudor, grueso sudor, escurren por mi cara. Un pie adelante, rebasado por el otro, una y otra vez con un ritmo que parece nunca acabar, creando velocidad y movilidad; dejando atrás al resto, que nunca volteo a ver...
... tú encaramada en los cajones, estirando el cuello, mientras sigues escalando, buscando discos entre pilas y pilas sin algún orden, detrás de los libros, detrás de juguetes y cajas vacías. Volteas sonriendo, tu silueta delineada por la poca luz que se filtra entre las persianas...
... los árboles pasan a mis lados como borrrosas manchas que desaparecen en las orillas de mis ojos, entre nubes de polvo y tierra que levanto a mi paso. El sonido se percibe con cierta distorsión. Gritos que se estiran, variando la velocidad de las ondas y deformándose desde lo agudo a lo grave. Leves silbidos resuenan en mis oidos, mientras sigo dejando todo atrás...
... tu cabello escurriendo agua, con la cabeza de lado, de espaldas a mi y frente al espejo, descalza. Murmullas, te enojas y me regañas, mientras dibujas esa sonrisa simétrica con los labios apretados. Muerdes la galleta y prometes nunca más ofrecerme algo, mientras te acurrucas a mi lado, clavándome tus huesos, retándome a pelear, enredándome entre tus pies fríos...
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